

Esto se debe a la sequedad con la que cuenta el ambiente, la altura, la estabilidad del cielo y la gran cantidad de noches despejadas. Sin duda este clima favorece en demasía la seductora propuesta de ver las estrellas y convierte a Chile en el paraíso del turismo astronómico.
Muchas de las localidades como La Serena, Vicuña, Elqui, Andacollo, Antofagasta, Iquique han sido equipadas con agencias que se encargan de transportar a los visitantes, así como de proveerles alojamiento y un paquete que incluye equipos de observación. Los turistas pueden acceder a charlas informativas de astronomía. El director del observatorio astronómico Pangue, Eric Escalona, aseguro que Chile es un lugar único para poder aprecia las maravillas de firmamento.
Lo cierto es que esta inmejorable condición se da gracias a que la Cordillera de los Andes impide que las nueves vengan del este, y el desierto de Atacama permite que la atmósfera sea más seca, también gracias a la corriente de Humbolt que hace que las nueves sean más bajas que en otro rincón del planeta. Según el físico francés, esto hace que el cielo chileno sea el indicado para esta actividad.
El Pangue es un pequeño centro de investigación y observatorio municipal, ubicado a 1500 metros de altura y 18 kilómetros al sur de Vicuña. En este lugar trabaja Escalona, y considera una maravilla y un privilegio que diferentes turistas de Estados Unidos, Francia, chile y Alemania, asistan en gran cantidad a este rinconcito montañoso que queda a 500 kilómetros de Santiago.
Fuente imagen de southvoyage