Muchos años después, aún se siguen construyendo iglesias que en tiempos determinados (como semana santa por ejemplo) es motivo de peregrinaje y profunda reflexión. Sin embargo, nada se compara con la belleza arquitectónica que envuelve a la Catedral de Valparaíso.


Como se sabe, la ciudad chilena está inundada de iglesias por doquier, y en realidad esto no es ninguna novedad teniendo en cuenta su pasado hondamente religioso. De tal modo, es evidente que el valor histórico de sus construcciones se ha impregnado en el transcurso de los años hasta las sociedades modernas; este es el caso de la Catedral de Valparaíso que continúa siendo el centro de interés de muchos turistas y pobladores de la zona.
La Catedral de Valparaíso fue construida entre la década del 30 y 50 sobresaliendo por su estilo gótico. Tras recuperarse de un fuerte terremoto allá por el año 1971 (donde perdió la cúpula principal y gran parte de su estructura que hasta ahora no se ha podido restablecer), la Catedral de Valparaíso es un símbolo de devoción al que muchos fieles acuden constantemente (sobre todo en las fiestas patronales).
Uno de los detalles que más llama la atención se encuentra en su estructura metálica que ha sido forrada a base de madera y que dispone de una serie de imágenes talladas en distintos materiales como marfil o incluso tronco esculpido; siendo el altar principal y sus esculturas uno de los más bellos de Sudamérica al contar con la escultura de un cristo de marfil en una sola pieza. Además, el corazón del estadista Diego Portales se encuentran en esta catedral en una urna.
La Catedral de Valparaíso está ubicada en Calle Edwards entre la Avenida Pedro Montt y Chacabuco.
Fuente Imagen por Pandrcutts